No importa si eres un cocinillas experto o si no se te da bien la cocina. La técnica sous vide ha demostrado sobradamente que es el método de cocción definitivo para conseguir platos con un punto perfecto. Cocinar con este método es muy fácil, y solo necesitas un roner o un horno de agua, y un recipiente que puede ser una olla que tengas por tu cocina.
¿Tienes ya tu equipo y no sabes qué cocinar? ¿O estás valorando la compra de un roner sous vide y quieres asegurarte antes de que te será útil? En ambos casos, aquí te dejamos una lista de alimentos que puedes cocinar a baja temperatura consiguiendo resultados impresionantes:
- Huevos
- Espárragos
- Carne de cerdo
- Gambas
- Carne de ternera
- Tarta de queso
- La tarta de queso es un postre increíble. Por desgracia, el proceso que hay que seguir para elaborarla es un tanto tedioso. La técnica sous vide también sirve para elaborar todo tipo de dulces y postres. Uno de nuestros favoritos es la tarta de queso. El proceso se vuelve realmente simple. Obtendrás porciones individuales, y podrás personalizar cada vasito con las frutas o mermeladas que más te gusten.Pollo
Huevos
El huevo es uno de los ingredientes más básicos de la cocina. Sirve prácticamente para todo, y siempre está ahí para sacarnos de un apuro.
No solo hay miles de recetas con huevo. También hay decenas de formas de cocinarlo. De hecho, antiguamente, los cocineros profesionales añadían un doblez a sus gorros cuando conseguían dominar a la perfección una nueva cocción del huevo.
¿Qué puede aportarnos el sous vide a la hora de cocinar huevo? Pues muchas cosas. Primero de todo, tenemos el huevo a baja temperatura. En esencia, es el huevo pasado por agua de toda la vida. La gran ventaja es que se puede obtener una precisión milimétrica. Con la fórmula correcta, es decir, con la combinación de temperatura y tiempo adecuada, podrás obtener la textura que quieras tanto en la yema como en la clara. Puede parecer una tontería, pero hay restaurantes con Estrellas Michelín que llegan a cobrar bastante dinero por hacer estas recetas que puedes hacer tú mismo en casa.
Espárragos
Cocinar verduras en sous vide puede ser un poco complicado para comenzar. Sin embargo, sí que te recomendamos que te inicies con unos espárragos trigueros. Cocinarlos a baja temperatura no solo es rápido, sino que también es absurdamente fácil. No hay apenas margen de error, y el resultado es espectacular. Tanto, que te recomendamos que los pruebes independientemente de que te guste o no esta verdura.
La textura que llegan a desarrollar con esta técnica es impresionante, y te sentirás realmente bien sabiendo que estás comiendo un producto sano y nutritivo, sin haber tenido que echar mano a una fritura.
Carne de cerdo
El cerdo tiene un pequeño problema. Siempre nos han metido miedo con la idea de que hay que cocinarlo mucho para evitar patógenos. La única pega que podemos hacer a esa afirmación es que, la mayoría de las veces, cocinamos en exceso el cerdo por puro miedo, convirtiendo así cualquier corte en una carne seca y poco jugosa.
¿Cómo cocinamos cerdo de forma segura sin cargarnos la carne? Pues sí, en sous-vide. Con esta técnica, alcanzaremos las temperaturas necesarias para cocinar la carne, pero en ningún momento llegaremos a sobrepasar la cocción, haciendo así que el corte quede jugoso, fácil de masticar y más sabroso.
De hecho, una vez pruebas un corte de cerdo hecho en sous-vide —que se deshace en la boca como si fuera mantequilla—, es probable que no quieras volver a cocinar esta carne en una sartén de toda la vida.
Gambas
Tenemos aquí un caso similar al anterior. ¿Cuándo has terminado de cocinar un gambón? ¿O unos langostinos? Difícil, ¿verdad? Si te pasas, el crustáceo quedará seco y habremos perdido muchas de sus propiedades organolépticas. Y, si no llegas, el resultado será peor todavía.
La sobrecocción del marisco da lugar a una textura poco agradable que algunos describen como gomosa. De ahí que la técnica sous vide cobre cierto protagonismo cuando hablamos de estos productos. Ajustando los parámetros adecuados, tendrás como resultado un plato realmente sabroso y con una textura perfecta. Vamos, lo que esperas cuando te has gastado bastante dinero en un alimento de estas características.
Carne de ternera
No hemos mencionado esto hasta ahora porque en esta web estamos totalmente en contra de ese mito que dice que el sous vide solo sirve para cocinar carne. Sin embargo, hay que reconocer que la técnica que más justicia le hace a los cortes vacunos es la cocción al vacío a baja temperatura.
Cocinar estos cortes es muy fácil, y se obtienen resultados incluso superiores a los que tenemos en muchos restaurantes. Eso sí, si quieres un resultado perfecto, te va a tocar sellar el filete en una sartén de hierro.
Tarta de queso
La tarta de queso es un postre increíble. Por desgracia, el proceso que hay que seguir para elaborarla es un tanto tedioso. La técnica sous vide también sirve para elaborar todo tipo de dulces y postres. Uno de nuestros favoritos es la tarta de queso. El proceso se vuelve realmente simple. Obtendrás porciones individuales, y podrás personalizar cada vasito con las frutas o mermeladas que más te gusten.
Pollo
Hay quien dice que cocinar pollo en sous vide es un error. Nosotros no estamos totalmente de acuerdo con esa afirmación. La cocción del pollo a baja temperatura da como resultado un corte completamente cocido. Esto es correcto, en la medida en que el pollo sí que ha de comerse totalmente cocinado para pueda ser considerado como seguro para nuestro organismo.
El problema no está realmente ahí. Puedes cocinar una pechuga a muy baja temperatura durante horas y dejarla totalmente pasteurizada y apta para el consumo. Pero será lo peor que hagas en tu vida —en serio, no lo hagas—. Esto no significa que no haya que cocinar pollo con esta técnica. Lo ideal es cocer el corte a una temperatura decente (60-63ºC, por poner un ejemplo) y luego marcarla en una sartén habiendo secado previamente la capa exterior de la carne con un papel de cocina. Por otro lado, en platos que requieren el pollo deshilachado, la cocción sous vide puede ser interesante.
Puedes cocinar alitas, muslos e incluso pechugas con esta técnica. Simplemente, debes tener siempre en mente que el resultado final debe quedar pasteurizado y, además, la textura final debe ser agradable. De ahí que tengas que hacer unos cuantos experimentos antes de dar con la fórmula temperatura/tiempo que más se adapta a tus gustos.